Una Mañana de Descubrimiento
El pasado sábado, mientras paseaba por la calle Arenal con mi sobrina Lucía de 6 años, algo llamó nuestra atención. Entre el ir y venir de turistas y madrileños, una discreta placa en el número 8 anunciaba: «Aquí vivió el Ratón Pérez». Lucía me miró con esos ojos que solo los niños tienen cuando creen en la magia: «Tía, ¿de verdad existe su casa?».
Decidimos subir las escaleras hasta la primera planta, donde nos recibió Ana, la encargada del museo, con una sonrisa que delataba años de ver caras de asombro. «Bienvenidas a la casa más pequeña de Madrid», nos dijo mientras nos entregaba unos tickets con forma de diente.
La Historia que No Todos Conocen
Ana nos contó mientras caminábamos por las salas que el Ratón Pérez nació en 1894 de la pluma del padre Luis Coloma, un jesuita que escribió el cuento para el pequeño Alfonso XIII. «Lo más bonito», nos explicó señalando una vitrina con documentos antiguos, «es que el padre Coloma imaginó un ratón que visitaba por igual al futuro rey y a los niños más pobres de la Corte».
Mi sobrina no podía apartar la vista de la réplica exacta de la carta original que el jesuita envió al palacio. «¿Y cómo llegó aquí el ratón?», preguntó con esa curiosidad infantil que tanto nos enseña. Ana se agachó a su altura: «Pues verás, cariño, dicen que vivía en una caja de galletas de la confitería Prast, que estaba justo donde ahora está este edificio».
Recorriendo la Casita del Ratón
La sala principal nos dejó sin palabras. En el centro, una preciosa casa en miniatura construida dentro de una auténtica caja de galletas antiguas. Cada detalle estaba cuidado con amor:
- La cocina con sus diminutas ollas de cobre
- El dormitorio con una camita de hierro forjado
- El salón con un librero lleno de libros en miniatura
Lucía se pegó a la vitrina: «Mira, tía, ¡hasta tiene un cuadro de su familia!». Efectivamente, en la pared colgaba un retrato del Ratón Pérez con su esposa y sus tres hijos ratoncitos.
Los Tesoros Más Preciados
En otra sala descubrimos la colección más especial:
- El Libro de los Dientes Ilustres: Donde se conservan (en copia) los dientes de leche de personajes como Beethoven y Newton. Ana nos contó que cada año reciben peticiones de famosos que quieren donar los suyos.
- El Rincón de las Cartas: Una pared llena de mensajes de niños de todo el mundo. Lucía quiso escribir el suyo: «Querido Ratón Pérez, cuida bien de mi diente que te dejé ayer. P.D.: A mi hermano se le va a caer el suyo pronto».
- El Pasaporte del Ratón: Un documento en miniatura con sellos de todos los países que visita. «¿Sabías que en Francia le llaman La Petite Souris?», nos contó Ana.
El Momento Más Mágico
Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, Ana nos llevó a un rinconcito especial. «Esto es solo para creyentes», dijo con complicidad mientras abría una pequeña puerta. Dentro había una habitación con cientos de luces parpadeantes. «Es el mapa de todos los niños a los que visitará esta noche», susurró.
Lucía estaba fascinada. «¿Y cómo lleva tantos regalos?», preguntó. Ana le entregó entonces una lupa: «Mira bien en ese rincón». Allí, casi imperceptible, había un pequeño trineo tirado por… ¿eran mariposas nocturnas? «Su equipo de transporte», confirmó Ana con un guiño.
Datos Prácticos para tu Visita
Si quieres vivir esta experiencia:
📍 Dirección: Calle Arenal 8, 1ª planta (a 3 minutos de Sol)
🕒 Horario:
- De martes a viernes: 11:00-14:00 y 16:00-20:00
- Fines de semana: 11:00-20:00 sin descanso
💰 Precio: 7€ (gratis para menores de 3 años)
📅 Consejo: Si vas en fin de semana, llega a primera hora para evitar colas
Una Despedida con Sabor a Cuento
Al salir, mientras Lucía guardaba su diploma de «Visitante Oficial de la Casa del Ratón Pérez», me di cuenta de que había recuperado algo que creía perdido: esa capacidad de maravillarme ante lo pequeño. En la tienda del museo compramos un imán para el frigorífico y un cuento ilustrado que ahora leemos cada noche.
«Tía», me dijo Lucía mientras bajábamos las escaleras, «¿crees que el Ratón Pérez vendrá hoy por mi diente?». La abracé fuerte. «Estoy segura, cariño. Y quizás esta noche sueñes con su casita de galletas».
¿Y tú? ¿Te atreves a redescubrir la magia de la infancia? La Casita Museo del Ratón Pérez te espera con las puertas abiertas y mucha ilusión por compartir. Porque como dice Ana, la guardiana del museo: «Mientras haya niños que crean en él, el Ratón Pérez seguirá existiendo».
Teléfono: (+34) 91 522 69 68
Web
http://www.casamuseoratonperez.es
Correo electrónico